Un trabajo digno

Un año más las organizaciones sindicales han vuelto a salir a la calle para reivindicar, en muchos casos bajo una intensa lluvia, la precariedad  que en la actualidad existe en los puestos de trabajo. Y una vez más en muchas localidades los sindicalistas  hicieron la reivindicación por separado sin pensar que la unidad  hace más fuerza que la separación de intereses al reclamar los derechos de los trabajadores.


A las reivindicaciones en la calle se unieron también las que llegaron desde distintas organizaciones, sobre toda las que trabajan en el campo de lo social y en búsqueda de puestos de trabajo a través de la formación. Lo vienen haciendo para conseguir lo que consideran un Trabajo Digno “un trabajo en el que se cuida a las personas trabajadoras, favoreciendo la conciliación de su vida personal, familiar y laboral”.Estas organizaciones defienden la reducción del tiempo de trabajo como expresión del cuidado de las relaciones laborales. Recuerdan las consecuencias en la salud de las condiciones de trabajo, con especial atención al impacto de la siniestralidad laboral, las dificultades para conciliar la vida personal y familiar y  “la cada vez más difusa barrera entre el tiempo de trabajo y el tiempo de ocio”.


El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández también se sumó a  la jornada recordando la festividad José Obrero y  la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores por medio de  un documento hecho público  en el que insistió en que  “no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo. Por ello, debemos recordar y reivindicar siempre la dignidad y los derechos de los trabajadores”. El prelado señalaba  que el trabajo digno es, ante todo, “un trabajo en el que se cuida a las personas trabajadoras, favoreciendo la conciliación de su vida personal, familiar y laboral”.


Monseñor Prieto se nuestra partidario de que  se debe procurar un gran pacto social para que se haga posible “que la salud laboral sea un derecho fundamental para todos los trabajadores y sea prioritario en cualquier entorno. Un trabajo-dice- que cuida respeta la dignidad, asegura los derechos y motiva la responsabilidad y la creatividad profesional.”


Estas organizaciones sociales recuerdan las consecuencias en la salud de las condiciones de trabajo, con especial atención al impacto de la siniestralidad laboral, las dificultades para conciliar la vida personal y familiar y  “la cada vez más difusa barrera entre el tiempo de trabajo y el tiempo de ocio”. Por todo ello hacen un llamamiento a “un mayor compromiso en favorecer el cuidado de las personas trabajadoras, promoviendo políticas que permitan una conciliación real”, apoyando el diálogo social para lograr la reducción del tiempo de trabajo.


Para terminar  señalar el trabajo que llevan a cabo estas organizaciones y lo queremos hacer refiriéndonos a Cáritas que en la memoria anual del año pasado señala, entre otras cuestiones, que  una de cada cinco personas que participó en algunos de los programas e itinerarios logró reinsertarse en el mercado laboral. Un informe con un contexto marcado por el incremento de la inestabilidad y la precariedad laboral. Conseguir un Trabajo Digno es la reivindicación permanente que estas organizaciones volvieron a recordar en una fecha tan señala para los trabajadores.

 

Un trabajo digno

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