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sábado | 18 mayo | 2024
La situación de la Atención Primaria es motivo de conversación recurrente en cualquier territorio de España. También de alarma y de controversia, tanto por la merma de especialistas como por el agotamiento de los que cada día se enfrentan a unas condiciones muchas veces impropias, con agendas atestadas –a veces interminables– en los centros de salud, a lo que se suma que la Medicina de Familia y Comunitaria (MFyC) sigue siendo una de las especialidades menos solicitadas por los que tienen que elegir rama para su período formativo tras haber superado el examen de Médico Interno Residente (MIR).
Este año volvieron a quedar vacantes cientos de plazas en todo el país y el Ministerio de Sanidad acordó convocar un MIR extraordinario para tratar de cubrir los puestos sin adjudicar, y en Galicia, de las 63 que estaban aún pendientes se cubrieron 21. Con dos excepciones, la del Área Sanitaria de Vigo, y la de A Coruña-Cee, que ni siquiera necesitó la segunda vuelta al completar el 100% en la primera: 39.
Pero el caso coruñés no es común, e incluso la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, que días antes había emprendido una campaña en redes sociales con la etiqueta #YoPrefieroMFyC, para destacar los valores y singularidades que definen esta especialidad, expresó su decepción por los resultados de la convocatoria extraordinaria impulsada por Sanidad.
Además, no todos los que se forman en este campo deciden continuar por este camino y, completado este período, ‘abandonan’ la Medicina de Familia. En el área coruñesa, al margen de las de Atención Primaria se convocaron plazas para otras especialidades hasta alcanzar un total de 129.
Este lunes, día seis de mayo, los nuevos médicos elegirán su destino, en alguno de los centros de salud acreditados (por el ministerio) tanto en la capital, como en los municipios metropolitanos de Oleiros, Culleredo, Cambre, Arteixo y Sada; en el de Betanzos (Betanzos), o en Laracha o Carballo (Bergantiños).
Este es, una vez decidida el área en la que quieren formarse, el siguiente trámite: escoger “dónde se quiere formar y el doctor que ha de ser su guía, su tutor”, detalla Nieves Domínguez, responsable de los MIR de Medicina Interna y Comunitaria en la demarcación de A Coruña.
“Es difícil –comenta– saber el motivo” por el que en esta demarcación se consiguió cubrir todas las plazas en una primera convocatoria y, aunque “me gusta pensar que es porque somos más atractivos”, en la elección intervienen numerosos elementos, como la voluntad de no salir del entorno urbano, e incluso el interés que pueda despertar, con todas sus oportunidades y características, la propia A Coruña. Casi el cien por ciento de los centros de destino están en la ciudad y su entorno más cercano, y el más alejado es Carballo, capital de la comarca de Bergantiños.
Los de Sada y Betanzos vuelven a ofertarse este año pese a que en alguna edición anterior no se cubrieron, y “ahora tenemos que ir trabajando con los médicos y enfermeras de cada uno de los centros del área sanitaria acreditados para la docencia para que ejerzan como tutores, ya que es algo que deciden de manera voluntaria, no se le obliga a nadie”, aclara Nieves Domínguez.
Para Domínguez, que la Medicina de Familia y Comunitaria sea una de las especialidades menos demandada es “una apreciación irreal” pues “es la que más se oferta”, y cuando se oferta mucho, más difícil es cubrir las plazas en su totalidad, y así es en casi toda España.
Otro aspecto que para la responsable sanitaria se debería tener en cuenta es la escasa visibilidad que se le da en el Grado de Medicina. “La asignatura es relativamente reciente y es posible que aún le falte recorrido”, comenta Nieves Domínguez. En este sentido, es cada vez más habitual encontrar residentes que, de alguna manera, descubren la especialidad durante las prácticas del Grado de Medicina, en Quinto o Sexto.
Los expertos consideran que también la atracción que la tecnología puede ejercer sobre los estudiantes, en ocasiones los aparta de la Medicina de Familia. El médico de cabecera “es otra cosa”, con un seguimiento del individuo durante toda su vida, en su entorno y sus circunstancias, y la oportunidad de ver diferentes patologías y de todas las especialidades, aunque también obliga a un aprendizaje permanente para “estar al día de todo”, matiza la responsable de los MIR de Medicina de Familia.
Así, tras la ‘repesca’, quedaron vacantes 246 plazas de formación especializada en Medicina de Familia. Así que, al igual que en años anteriores y a pesar de la segunda vuelta, tampoco se consiguió en este 2024. Incluso se empeoraron los números del 2023, cuando quedaron 131.
Si la convocatoria ordinaria se cerró con 459 puestos libres en esta especialización, la extraordinaria dejó plazas sin cubrir en una decena de comunidades españolas: Andalucía (39), Aragón (17), Castilla y León (47), Cataluña (22), Extremadura (49), Baleares (10), La Rioja (9), Navarra (7) y Asturias (4). También Galicia (42).
La ministra, Mónica García, vinculó los resultados a las circunstancias actuales: “Tenemos unas condiciones laborales que están centrifugando el talento de nuestros profesionales –apuntó la representante– y tenemos que hacer un diagnóstico preciso e ir poniendo los tratamientos necesarios”, añadió García.
